Indígenas de medio mundo están reunidos a las afueras de Río de Janeiro para buscar sus derechos.
El derecho
a la tierra y el respeto a la cultura caldean los debates de los
pueblos indígenas durante la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo
Sostenible Río+20.
Los indios, procedentes de varios países de
América, Asia y África están alojados desde el martes en una aldea
construida por ellos mismos en una región selvática de Río, donde
celebran sus asambleas y discuten un documento con demandas que será
entregado a la ONU en los próximos días.
El líder indígena
brasileño Marcos Terena explicó que el documento, todavía en discusión,
trata una agenda "muy específica" de reivindicaciones comunes a todos
los pueblos nativos, pero principalmente aborda el derecho al territorio
y su significado cultural. "En el caso indígena, para acabar con la
cultura basta con quitar la tierra. Sin tierra el indio no sobrevive",
sintetizó Terena en declaraciones a Efe.
El jefe guaraní mbyá
Francisco Guaraní dijo a Efe que las disputas por tierras han causado al
menos 70 asesinatos de indios en los últimos años en la zona fronteriza
entre Brasil y Paraguay, una pujante región agrícola donde los
latifundistas "se sienten dueños" de las zonas de los pueblos nativos.
"Actualmente
hay un proceso de matanzas altamente violento. El negocio agrícola es
muy fuerte, entonces los conflictos ocurren constantemente", lamentó el
líder guaraní. El jefe pataxó hã hã hã Thyerry Iatso, de Bahía (noreste
de Brasil), explicó a Efe que a los indios no les interesa el valor
económico de las tierras agrícolas y solo buscan su subsistencia.
"Los
indios tienen la tierra como madre tierra, no es para tener hegemonía
ni un gran capital. La importancia de la tierra es para vivir, es para
preservar el medio ambiente, mantenerlo limpio, tener agua buena en los
ríos para poder plantar y recolectar y de ahí sacar el sustento de
nuestro pueblo", afirmó.
En sus primeras reuniones en Río,
algunos indios mostraron su oposición a la llamada "economía verde", una
de las cuestiones tratadas en la Río+20, por miedo a que ésta conduzca a
una "privatización del bosque".
Los indios también demandan
protección contra actividades extractivas que suponen una amenaza para
pueblos de regiones muy diferentes, desde la Amazonía hasta Filipinas.
La india igorot Marifel Macalanda dijo a Efe que los pueblos de la
región filipina de Cordillera sufren con la acción de los mineros que
operan en sus regiones "tomando todos los recursos sin dejar nada para
los indios", en proyectos que suelen ser aprobados sin consultas
previas.
Los debates de los indios se prolongarán hasta el fin
de semana, cuando una delegación se desplazará hasta el centro de
convenciones Riocentro, sede de la Río+20, para comunicar sus demandas
dentro de unas jornadas de diálogo organizadas por la ONU antes de la
cumbre de jefes de Estado, que tendrá lugar del día 20 al 22. Las
asambleas tienen lugar en la llamada "choza de la sabiduría", una gran
tienda de lona y bambú con estructura cónica, localizada en el centro de
la aldea Kari-oca, donde estos días residen los centenares de indios.
La
aldea, que ocupa una área de bosque virgen en una región montañosa a
unos cinco kilómetros del centro de convenciones de la Río+20, se ha
convertido en un escaparate de la diversidad y la riqueza de las
culturas indígenas. De forma paralela a los debates, los indios cumplen
una intensa agenda de deportes tradicionales, actividades culturales y
espirituales.
La mayoría de los indios acampados en Río son
brasileños, pero los organizadores esperan que hasta el día 22 lleguen
otros pueblos de países vecinos que han enfrentado problemas logísticos.
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